Mikel Albisu era un veinteañero cuando, en 1965, fundó junto a otros locos del teatro como Luis Iturri, José Andrés Zalduegui y Jesús Jimeno la compañía Akelarre, germen de la escena vasca. Los escenarios fueron el terreno donde se sintió más cómodo el actor bilbaíno, que el pasado 10 de enero fallecía a los 80 años víctima de un cáncer fulminante que le detectaron apenas dos meses atrás. En su largo currículo figuran un sinfín de representaciones, series y largometrajes. La primera vez que le vimos en la gran pantalla fue en 1981, en la emblemática '7 calles' de Juan Ortuoste y Javier Rebollo; la última, en la cinta infantil 'La gran aventura de los Lunnis y el libro mágico', estrenada el pasado año.
«Yo nunca me ofrecí para hacer televisión, fue algo que simplemente surgió y me he encontrado muy a gusto», aseguraba Albisu en 2004 en las páginas de este diario. Saltó a la pequeña pantalla de la mano de '64', una serie de ETB-2 cuyo hilo argumental giraba en torno a un grupo de jubilados. «Éramos como una gran familia», recordaba el actor. Después le reclamaron en otras ficciones del canal autonómico, como 'Entre dos fuegos' y 'El señorío de Larrea', antes de dar el salto a la televisión nacional con papeles episódicos en series tan populares como 'Los Serrano', 'El comisario', 'Al salir de clase', 'Periodistas' y 'Policías'.
Mikel Albisu defendía que cualquier buen actor que se precie tenía que contar con «una base teatral». Su nombre quizá no era conocido entre el gran público, pero su rostro suena a cualquiera que haya visto 'La que se avecina', 'Águila Roja', 'Tierra de Lobos' y 'El internado'. «Me da igual que me den un papel cómico o dramático, pero parece que hoy los protagonistas de las series tienen que ser chavales jóvenes o actores muy conocidos», lamentaba el inolvidable y brutal carnicero de 'Por un infante difunto', el corto de Tinieblas González, en el que cercenaba la mano del pequeño protagonista.
Albisu empezó su profesión de la mano de Luis Iturri, director de Akelarre. Realizó cursos con Jesús Jimeno y Rafael Álvarez 'El Brujo' y se convirtió en un actor muy solicitado en el cine vasco que arrancaba en los 80: 'Golfo de Vizcaya', 'El amor de ahora'... En 1992 protagoniza 'Los años oscuros', de Arantxa Lazcano, y con Helena Taberna encarna al padre de 'Yoyes' en su filme sobre la etarra. «Tenía un físico imponente y era muy buen actor, fue un placer trabajar con él», recuerda la realizadora navarra. El productor Eduardo Carneros solo tiene buenas palabras de su experiencia en 'Las memorias de Karbo Vantas', la serie de los hermanos Ibarretxe: «Era un hombre bonachón, todo bonhomía y simpatía. Muy buena gente. Tenía una voz profunda, preciosa, y eso unido a su físico causaba impresión en la pantalla».
'Planta 4ª', 'La voz de su amo', 'Muertos comunes', 'Un poco de chocolate'... Mikel Albisu siguió haciendo papeles de reparto en el cine, aunque el grueso de sus esfuerzos lo dedicaba a Itxartu Taldea, que creó en su querida Algorta en 1996 y que dirigió hasta 2015. El grupo funcionaba como escuela de teatro al juntar a intérpretes experimentados con otros novatos. Con Itxartu levantó montajes como 'La zapatera prodigiosa', de Lorca, 'Luces de Bohemia', de Valle Inclán, y 'Angelina o el honor de un brigadier', de Jardiel Poncela. Sus lecturas dramatizadas les llevaron a ser invitados al Arriaga por parte de la Asociación Española de Autores de Teatro.
«Era un gran profesor, serio en su trabajo y majo en el trato», recuerda Ana Santesteban, una de sus alumnas. «Odiaba la palabra aficionado y siempre decía no profesional. Nunca admitía que se hiciera una obra de cualquier manera, tenía que estar todo perfecto». Cuando el Ayuntamiento de Getxo le concedió en 2014 el Premio AixeGetxo! por su trayectoria profesional, Albisu recordó a los actores que habían salido de Akelarre: «Mariví Bilbao, Ramón Barea, Saturnino García y, salvando las distancias, un servidor». El galardón se lo deció a «su santa», su esposa Mentxu Aguirre, madre de sus dos hijos Mikel y Maite.